jueves, 3 de febrero de 2011

¿Será que quizás tal vez?

Son como las ganas de llorar, pero a la vez de saltar. Un sentimiento que va más allá de la superficialidad. El cansancio de lo fugaz y la búsqueda de la estabilidad. ¿Será normal eso en una niña de mi edad? Quisiera pensar que no soy la única, pero ¡OH Dios! Sí que lo soy.
Podrías tomarme de la mano y jurarme amor eterno, pero las palabras acaban con la magia de lo irreal. Palabras que me prometieron y que borraron con mentiras. Mensajes que sacaban sonrisas cada mañana, tan lejos, tan cerca, tan inmaduro. Intentar ocultar el dolor, cuando todo mi corazón se exprimía de la sangre que ya no corría. Un viaje que calmaría ansias terminó matando esperanzas. ¿Seré yo? Sí, obviamente que soy yo.
Con mis ojos construiré un castillo, donde vivirán miles de sueños no cumplidos... por creerte a ti.
Estoy dispuesta a volver a intentarlo... ¿para eso nacimos o no? Cada paso que doy sigue ese camino... pero cada palabra que digo dificulta la vista.
Estás tu. Están ellos. Están todos. Si miro al cielo buscándote, tócame los pies y despiértame, que son las ganas que atraen la fantasía.
Lucharemos juntos, sí, juntos. Pero te necesito cerca.