viernes, 23 de septiembre de 2011

La muerte está a la izquierda

A tu sombra, como caricia,
a la distancia de un brazo, estás,
se siente tu presencia, consejera,
capaz de tocarme en cualquier momento.

¿Cómo puede uno darse tanta importancia,
sabiendo que la muerte nos está acechando?
Nos persigues, ¡ahí estás, a un brazo de distancia!
de nada vale mi historia o tu historia personal,
basta con un toque para espirar.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Crisis

Es hora, ya ha empezado,
de a poco tiemblo , padezco,
perseverar en la salida, perseverar en mi calma,
inasequible a la sumisión, a la indiferencia,
y ellos no están, y ellos no han llegado.

¡Ay de mi!, que le temo a la muerte,
me absorbe, me conduce, me lleva,
intangiblemente, me desespera,
no me arraiga, me desvela,
maniquí fiel a los efectos.

Disnea de mi, pulmones desfigurados,
taquicardia de mi, corazón urgido,
apiádate de mi mausoleo de despecho.

Con ello construiré un sepulcro, a malas tientas,
de la ausencia de aquello, del paso en falso.

Hoy camino, hoy ya no,
hoy soy otro, hoy soy yo.




Tus crisis son parte de mí ahora.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Inseguridad

Que forma de sentir, inseguridad maldita,
ya ahora es algo personal, vedo y repudio,
repudio tu estrategia, mas aún que la miseria,
sonora e incolora, llega al segundo que mis ojos algo ven,
mis oídos algo escuchan, frases cortas,
sin culpa aparente, no deja,
no deja a mi ser vivir plácidamente.

A mi propio criterio, les digo...
En realidad no les digo nada,
mis palabras se las ha comido la lluvia,
lluvia de malos trances, desagradable realidad,
realidad imaginada, y espero que no se vuelva carne,
como el verbo, como la sed de ti.

Dios santo, que penas sufridas, que dolor esparcido,
por las calles, por rincones, por el mar,
por las voces, y más intenso, y luego más tenue.
Y cae, y falla, y miente, y sonríe,
y vuelve a parecerme insuperable, voz de uno,
voz amena, y mis oídos derretidos,
y vuelve a herirme, vuelve a descolocarme,
me hace vulnerable, se opacan mis certezas,
como se apaga la vida, como me apagan ellas.

Al silencio (Gonzalo Rojas)

Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría,
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
no bastaría para contenerte,
y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera
oh majestad, tú nunca,
tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
porque estás y no estás, y casi eres mi Dios,
y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.

Grande Gonzalo! La mejor de mis inspiraciones!