jueves, 26 de abril de 2012

Y mi vida ya no es vida

Gris es, gris el rincón de mí, donde yacen con desdén las más olvidadas cortinas de la soledad. Y me mira, me miran, disimulando una visita rápida, creándome situaciones sin olvido, ni remedio, insitando a la locura. Sin procrear, lentos en la arena atrapando ilusiones, y ¡cómo soy buena en ese juego!, un juego con final aparente. Me como las lágrimas, las masco, las saboreo, las escupo, y me persiguen por el resto del día, empapándome. No me puedo acercar, no, protegida por la mentira, engañada, ha sido desleal, por el lado que se le mire, y aún. De donde saco fuerzas, y las ganas de querer poseerlas, de donde obtengo vida, si no tengo ni voz ni llanto, lágrimas mudas, gritos ciegos, y qué, si no hay más.

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